Skip Beat, un Shoujo diferente con un Animé inconcluso.

Skip Beat! es una de esas historias que merece la pena darle una oportunidad, pese que al principio no pueda parecer muy interesante para algunos, sino un Shoujo más del montón; chica quiere a chico (llamémosle A), pero él no le da pelota. Aparece chico B y chico A se pone celoso, formándose un triángulo amoroso.

Bueno, resulta que hay una gran diferencia y es que la protagonista es uno de esos pocos personajes femeninos con un carácter dominante, personalidad fuerte y gran carisma, todo en uno. Además de ser una protagonista de shoujo que rechaza el amor, siendo esto la temática en la que gira el género, al grado de terminar perteneciendo a una sección de la agencia de talentos LME llamada “Love Me”.

Otra cosa destacable es el arte, que si bien cumple con los patrones de un buen shoujo que se precie como son proporciones corporales sacadas de una película Hollywoodense de aliens, acercamientos y brillos en los ojos al por mayor y viñetas que no logran mantener un mismo sentido de lectura…, logra una calidad notable en las transformaciones de Kyoto y las expresiones de los rostros. Aunque últimamente se haya puesto vaga con los fondos, no sepa dibujar perfiles y sus perspectivas no sean de las mejores, es una excelente diseñadora de vestuario y accesorios y logras expresar las emociones de los personajes sin siquiera el uso de diálogos por capítulos casi enteros.

Ya como es costumbre (al menos para mí); los personajes secundarios se llevan las palmas. Desde la (algo) tsundere Mouko-san con su tendencia de sacar carcajadas por sus caras, hasta el director de LME que ya hace rato se le fueron las cabras al monte. Incluso el enfermo psicópata de Reino o el increíblemente chiquillo mimado de Sho son bienvenidos en sus apariciones, pues cada personaje contribuye a dar un momento agradable y no falto de risas en una historia que narra un romance inmerso en un contexto de aspiraciones laborales en la industria del espectáculo. Es una comedia romántica literalmente, pero que no por ello deja de tener su drama y espinas en cada personaje.

Ahora, si bien el manga se acerca aparentemente a su clímax (con una velocidad que no deja nada que envidiar a un caracol con artritis), se ve muy difícil que podamos llegar a ver esto animado alguna vez. El anime, de sólo 25 capítulos, fue muy bueno y tuvo mucha aceptación, pero no la suficiente como para dar luz verde a una segunda temporada en un mundo que se rige por el capitalismo, que hace cada vez más fácil que series que merecen la pena y no están plagadas de fanservice sin sentido se vean con el privilegio de ser animadas.

Esto, por supuesto, no está confirmado, es sólo una suposición. Suposición que tiene fundamentos, pero suposición al fin. Un factor fundamental es el tiempo: el anime se estrenó en 2008 y hasta el momento no ha habido ni ápice de información de que pueda continuar y es sabido que la memoria del espectador promedio es frágil. Obviamente uno puede aferrarse a la posibilidad de que se espera a que termine el manga, pero eso no lo veo posible ¿Por qué? Por la extensión del mismo, no se requeriría una temporada (de otros 26 caps) sino 2, si es que se quiere adaptar todos los arcos como es debido, considerando que no sería factible eliminar uno de plantón porque todos contribuyen al desarrollo de personajes, especialmente de Kyoko que va creciendo conjuntamente con cada papel que interpreta (otro plus admirable del manga).

Dejando este pequeño desaliento de lado; es una serie muy recomendable, tanto el manga como el anime, por supuesto que recomiendo más el primero porque lo mejor comienza justo donde el anime lo dejó, pero se puede toma como una muy buena intro animada. Aún si eres reacio al shoujo como género le puedes dar una oportunidad, nada se pierde pero se puede ganar mucho.

RINA